¡Problemas!

Para cada problema existe una (y sólo una) solución, cualquier otra "solución" hará que el problema: a) se haga más grande, o b) aparentará que desaparece.
Realmente el problema mayor al que nos enfrentamos es que aún no se sabe cómo resolver los problemas.

Quizá tenga algo que ver el estado emocional en que nos encontremos, por que una persona que está aburrida de todo, al ver un problema "X", lo más seguro es que intente desaparecerlo inmediatamente, aún cuando no sea la solución real.

Esto hace que la persona tenga una "solución" para su problema "X" (que realmente no fue resuelto, sino desaparecido), y cuando se presente uno similar (obviamente no va a ser exactamente el mismo problema, por que al haberse hecho algo que no lo solucionaba, se hacía más difícil de resolver) la persona ya no se encuentra en la capacidad de resolverlo.

Si los problemas son mayores que la capacidad de una persona para resolverlos, ¡esa persona pronto estará muerta!

Pero realmente ¿cómo se solucionan?

Bueno, una teoría dice que el estado emocional que permite la solución de problemas es la "serenidad del ser", por que el ser en sí es la solución a cualquier problema, y si el ser está bien consigo mismo, no debería haber nada que lo haga volverse tan estúpido como para no resolver sus problemas (excepto claro, su autodeterminación).

Quizá en algún momento de nuestras existencias decidimos tener problemas.
Ahí está la causa básica.

Caminos sin recorrer

Recorriendo miles de caminos,
en compañía siempre de las mismas cosas,
las mismas personas, los mismos gustos,
ya reconozco de vista cada vía.

Y mientras paseo por una de mis rutas favoritas,
veo a lo lejos una estrella del cielo desprenderse,
y baja, cae lentamente, como si fuera guiada por algo,
veo que colisiona en uno de mis caminos.

¿¡Algo nuevo!?
¡Una estrella!
Ha creado otro camino,
uno que no he recorrido.

Y por fin encuentro el punto de colisión de ese objeto celeste,
nuevos caminos, nuevos obstáculos, y la saludo,
Ella me ve, sabe que soy yo pero no sabe pronunciarlo
Es perfecta, pero aún no puede sobrevivir en este mundo,
Es tan bella que no puede esconderse.

Me pide que deje mis caminos,
No me puedo negar, aún si quisiera hacerlo.
Me pide que a ella me dedique el resto de mi vida,
Me pide que le ayude a levantarse de nuevo,
Me pide que le ayude a regresar al cielo.

Cualquier camino conduce a mi destino,
por que nunca sé a dónde me dirijo,
Ser sin dirección ni sentido,
Sin muchas esperanzas ni sueños,
¿dije sin muchas esperanzas?
Quizá ha sido mi inconsciente...
Ya no tengo esperanzas, por que no quiero tenerlas.

Análisis de Dios

Responsabilidad: Capacidad del individuo de mantener bajo control su entorno.

Inteligencia: Habilidad de elegir la respuesta correcta ante cualquier situación.

Poder: Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. Fuerza de decisión del individuo para realizar algo.

En mi teoría, estos son los tres elementos que conforman a Dios, asumiendo que su entorno es todo, que puede crear cualquier situación, por que sabe como hacerlo, que el Poder supera las leyes físicas, y por tanto, a partir de un cero absoluto puede ser creada materia, energía, espacio y tiempo, y cualquier condición que se pueda considerar "vida".

En todo caso, somos una creación de Dios, una parte inconciente de Él, por que al igual que Él, tenemos responsabilidad, inteligencia, y poder, y si pudieramos aumentarlas (a un grado desconocido aún para la humanidad) podríamos ver lo que realmente somos, o regresar a un punto de inicio.

Todo y todos somos uno solo, de ahí la importancia de la responsabilidad.
Todo y todos tenemos un mismo propósito: sobrevivir; y la forma en que lo hagamos determina nuestra inteligencia.
Todo y todos tenemos voluntad, que es una pequeña manifestación de poder, una libertad de acción, aunque se nos trate de decir que las leyes físicas son las mismas ataduras.

Estamos todos dentro de un mismo juego, hace tiempo que hicimos las reglas, ¿quién va a ganar?

Un espejo que refleja un monstruo
una puerta hacia el más acá,
y al momento de atacar
no hay espejo, sino una realidad;
Un manto blanco.
Está listo mi castigo.
Darle muerte al monstruo
era necesario, no me retracto
y pienso,
no debo retractarme,
ya está muerto.
no puedo retractarme,
Y a partir de hoy ya no hay nada...
¿nada?

Jamás

Libros viejos tirados en el anaquel de atrás,
Cuatro rosas tiradas al viento, y que por cierto, nunca cayeron.
Espadas batiéndose en duelo, esperando tocar la humanidad del oponente;
y yo... sólo en la oscuridad, bajo la mano de mi dios.

Una botella vacía,
otra botella vacía,
un vaso sin rastro alguno,
dos sillas, sólo una ocupada.

Una mesa, un salero,
otra botella y otro vaso,
dos servilletas de papel,
ahogadas en el licor de otra botella.

Muchas botellas,
ya no hay vasos,
ni servilletas, ni mesas, ni estampas.

Y la espera,
más de diez mil años,
ya no vale la pena seguir con más...